Primer premio: Concurso Ex “Grandes Almacenes Ripamonti”

Concurso Provincial De Anteproyectos Rehabilitación Y Puesta En Valor

Ex “Grandes Almacenes Ripamonti” – Rafaela

Primer Premio: trabajo correspondiente a la inscripción Nº 02.

Autores: Arquitectos Carlos Di Napoli – Martín González (Santa Fe).

Colaboradores: Bernardo Luna – Sofía García – Lucía Bello – Julia De Boeck.

Memoria:

El concepto general de la propuesta se fundamenta en los siguientes principios básicos y objetivos:

1- Garantizar la permanencia de aquellas preexistencias que permitan reforzar la memoria histórica y la cultura material de la ciudad de Rafaela.

2- Proponer la reunión de la arquitectura contemporánea con los vestigios históricos en un diálogo productivo, en el que se expresen manifestando su pertenencia a una época sin perder su propia identidad y entablando una relación de respeto mutuo, sin imponerse una en demérito de la otra.

3- Generar una imagen positiva de cara al futuro reconociendo y dignificando las huellas del pasado.

4- Afirmar el rol de la arquitectura como agente motivador de la convivencia y disfrute activo del espacio público.

5- Producir un espacio calificado que resulte atractivo y dinámico en su uso, promoviendo la vida social, cultural y económica.

6- Realizar una propuesta constructiva sustentable, de bajo impacto y en gran medida reversible.

Desarrollo:

1- La ciudad de Rafaela, una de las prósperas colonias de inmigración europea que en la provincia de Santa Fe se desarrollaron en la segunda mitad del siglo XIX, recibió colonos de distintas nacionalidades, pero mayoritariamente provenientes de Italia, como es el caso de los Ripamonti. La arquitectura de los grandes almacenes de esta familia expresa de modo fehaciente las procedencias culturales de la familia, tanto en la composición de las fachadas como, y principalmente, en la llamada “recova” que recorre su frente principal frente a la plaza, en una referencia que no alude a las recovas coloniales hispánicas sino a las calles porticadas o loggias presentes en los cascos históricos de incontables ciudades italianas. Consideramos que conservar los vestigios de aquello que fue una de las postales icónicas de la ciudad y representación de su espíritu progresista, contribuye a afianzar su memoria histórica, y no solo del propio proceso fundacional, sino también de sus raíces transatlánticas.

2- La arquitectura que se pondrá en relación con estas preexistencias lo hará de un modo equilibrado y respetuoso, sin dejar de manifestar su pertenencia a la cultura contemporánea, pero guardando una silenciosa distancia de su antecesora. Es así que se retira de las líneas de frente para asegurar la independencia formal de ambas y, en el sector en que se produce un completamiento (fachada sur), propone una imagen neutra que se vincula marcando, con su estructura, un ritmo semejante al de las pilastras tradicionales, proveniente a su vez del módulo de la grilla que subdividía el cielorraso de madera del antiguo salón principal.

3- En esa vinculación entre la tradición y la novedad, en un diálogo sereno, se expresan los valores mismos de una comunidad que, en su devenir histórico, aceptó las condiciones que le fueron dadas en sus inicios, las incorporó a sus propios valores culturales sin resignarlos, y fue construyendo en el tiempo una identidad propia que contiene ambos registros, siempre mirando positivamente hacia el futuro con espíritu de progreso.

4- La organización espacial y formal del edificio propone un trato amable con los ciudadanos y usuarios ocasionales, afirmando la voluntad de promover y propiciar la vida comunitaria, el encuentro entre vecinos y la posibilidad de realizar actividades culturales y económicas como factores de cohesión social. El espacio central vacío, en torno del cual se desarrollan las distintas funciones, se propone como una plaza pública contenida, al modo de aquellas pequeñas plazas secas de los cascos históricos medievales italianos (otra vez la referencia), surgidas de los espacios remanentes entre edificaciones y que daban lugar al mercado, a las ferias, a los espectáculos populares, en definitiva, a la reunión de sus habitantes.

5- Esa pequeña plaza frente a la gran plaza central de la ciudad se convertirá en un espacio convocante, un entorno calificado que llamará a los paseantes a congregarse para disfrutar de propuestas gastronómicas, recorrer locales comerciales, acudir a la biblioteca (ubicada en un lugar central y prominente), utilizar los distintos servicios educativos o asistir a conferencias, conciertos u obras de teatro, tanto en el auditorio como en la misma plaza. Para estas funciones, el espacio central abierto cuenta con un sistema de cubiertas ligeras y desplegables para operar según las condiciones lo requieran, así como la escalinata que conduce a la planta alta puede también utilizarse como gradería según se dispongan las actividades o los espectáculos o bien, simplemente, como informal lugar de asiento. Entre otros usos que propicia el lugar, obviamente está contemplada la ocupación por el sector gastronómico que podrá ubicar mesas al aire libre y, de darse la posibilidad en el futuro, realizar una vinculación con la parte posterior de la casa museo a través de un pasaje practicado al efecto. Este conjunto de situaciones será el marco propicio para asegurar una múltiple y activa vida urbana a escala humana que, en su propuesta variada y a la vez controlada, resultará un agente dinamizador de la vida social, cultural y económica de la comunidad.

6- En los aspectos técnicos y constructivos la obra se propone en gran medida como una operación reversible, mediante materiales de bajo impacto ecológico posibles de desmontar en el futuro sin mayores intervenciones. En su mayor parte se trata de obra en seco (estructuras y carpinterías metálicas, paneles de madera, etc. es decir, materiales livianos que pueden prepararse a pie de obra o en talleres y montarse en secuencia programada, con bajo costo de mantenimiento. La misma estructura de obra nueva será a su vez refuerzo estructural de las fachadas existentes actuando como contrafuerte, en tanto que los tramos de muros antiguos a conservar serán tratados con sus texturas de ladrillo aparente. Por otra parte, entre los criterios de sustentabilidad corresponde considerar que la propuesta de organizar las funciones en torno de la plaza central proveerá una adecuada iluminación y ventilación de los locales al actuar como un conducto de renovación del aire, pudiendo controlarse a su vez la radiación solar mediante la cubierta plegable, todo lo que redundará en un menor consumo energético y, en consecuencia, un menor costo de funcionamiento.

En síntesis: este edificio / plaza tendrá una rica vida propia integrada a la ciudad, con la que recuperará el diálogo interrumpido para iniciar así un nuevo ciclo histórico, reconociendo sus orígenes y apostando al futuro.